NIÑOS SOLDADOS / REFUGIADOS
Unos 10.000 niños refugiados han desaparecido al entrar en Europa. Una
parte, dicen, se han ido con sus familias; otros, podrían estar en manos de
organizaciones de tráfico de personas y otros, han sido reclutados, por los yihadistas,
para convertirlos en niños soldado. Dicho de otro modo, son secuestrados y
obligados a llevar armas. En estos primeros meses, han reclutados, más de 400
niños, pero, hay otros 200, muertos, por no unirse a ese grupo.
Es triste ver como hay
gente que trafica con cuerpos de pobres niños indefensos y que los recluten
para niños soldados y que después solo los utilizan como escudos.
Deberíamos ayudarles,
darles dinero, dejarlos entrar en el país, simplemente protegerles. Pero mucha
gente no lo quiere hacer, porque los discriminan o les da miedo que al
ayudarlos, porque los discriminan o les da miedo que al ayudarlos, los
yihadistas les hagan algo. Hemos de evitar discriminarlos, por eso, porque algún
día, nos podría pasar a nosotros y nos gustaría que nos ayudasen.
EL LOBO QUE CREE QUE LA LUNA ES QUESO
Había una vez, en una ciudad de España, Tortosa. Un niño llamado Marc, tenía un lobo recién nacido. El lobo se hizo mayor y empezó a tener muchas dudas, su mayor pregunta era: "La luna es de queso?" Todos los días, todas las noches, se pasaba mirando la luna y observándola.
Un día vio por la tele, cómo unos astronautas, iban a la luna con un cohete espacial.
Tras prepararse durante muchos días, el lobo decidió esconderse en una nave espacial e ir a ver la launa. El día del despegue, se despidió de todos sus amigos, especialmente de su amo, Marc. De repente el cohete empezó a subir y a subir, hasta que desapareció en el cielo. Tras muchos días volando por el espacio, por fin tocaron tierra. Habían llegado a Marte. El lobo bajo de la nave y empezó a caminar. De repente, se dio cuenta de que aquel planeta, tenía el suelo de color rojo y que la luna lo tenía de un color blanco. Entonces entró en la nave y vio que estaba en Marte y que tenía que esperarse 5 días, para llegar a la Luna. Pasaron los cinco días, fueron una eternidad. De repente se escuchó un sonido, era la puerta, que indicaba que habían llegado a la Luna.
Se sintió muy orgulloso de sí mismo y por fin pudo contestar su mayor pregunta, con un NO.
Se sintió muy orgulloso de sí mismo y por fin pudo contestar su mayor pregunta, con un NO.